Las 11 propuestas para mejorar la competitividad de los arroceros colombianos

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Mejorar la tecnología, contar con sistemas de información confiables, cumplir con los acuerdos internacionales e integrar los distintos eslabones de la cadena productiva en el país son algunas de las recomendaciones que plantea la Cámara Induarroz de la Andi.

Silverio Gómez Carmona, coincide con el gobierno en que es necesario tener una adecuada articulación entre la agroindustria y el sector primario. Foto: SEMANA

Transformar el campo colombiano para hacerlo más productivo y convertirlo en la nueva palanca de la economía fue una de las ideas que en campaña planteó el presidente Iván Duque. Por eso, ahora que el gobierno ha comenzado a definir sus líneas de acción, algunos sectores de la cadena agroindustrial del país quieren hacer parte de la construcción de la nueva política que impulsará el gobierno de Duque.

Uno de los primeros gremios que busca tener un rol activo en la construcción de las nuevas políticas para impulsar el agro colombiano es la Cámara de Industriales del Arroz, Induarroz de la Andi. Su director ejecutivo, Silverio Gómez Carmona, coincide con el gobierno en que es necesario tener una adecuada articulación entre la agroindustria y el sector primario, aprovechar los mercados internacionales y acelerar la incorporación de nuevas tecnologías para mejorar la competitividad. Y nada mejor que hacerlo a través de las políticas consignadas “en programas y acciones concretos del Plan Nacional de Desarrollo y la política sectorial”, asegura el dirigente gremial.

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Por eso el gremio no ha dudado en señalar que resulta sumamente inconveniente el modelo que se está planteando en la coyuntura actual, de “distorsionar la operación de la cadena, generar expectativas poco realistas para los productores, usar en forma ineficiente los recursos públicos y entregar subsidios en forma inequitativa en favor de grupos con mayor poder de presión”. Para los industriales del arroz, es necesario mejorar la competitividad con la provisión adecuada de bienes públicos y políticas públicas tendientes a optimizar el sistema de información.

En este propósito, Induarroz acaba de presentar 11 propuestas que van en línea con el anhelo del gobierno de mejorar la competitividad de la producción arrocera, y espera que estas iniciativas puedan ser consideradas en el Consejo Nacional de Arroz, el escenario donde se debe definir la política sectorial, con la participación de los distintos integrantes de la cadena productiva. Estas son las propuestas de Induarroz.

  1. Sistema de información único confiable y oportuno para el arroz, que debe hacer parte del Sistema Nacional de Información Agropecuaria, para facilitar la anticipación de acciones, decisiones y políticas y al cual deben acogerse los distintos eslabones de la cadena productiva. Esto resulta relevante en aspecto como los costos de producción que deben tener desagregación por sistemas de producción, zonas y tamaño de la unidad productiva. Esto facilitaría los ajustes que se requieran en una coyuntura específica.
  1. Plan de ordenamiento productivo del cultivo de arroz más allá de la coyuntura que permita la toma consciente de decisiones por parte de los agentes productivos, en las distintas etapas del proceso. Esto es válido especialmente para el componente primario.

 

  1. Plan de desarrollo productivo, innovación y modernización tecnológica que tenga como objetivo la elevación de los niveles de productividad en el arroz, (producción/ha) que hoy están muy por debajo de los indicadores de otros países, como Perú y Uruguay, cuando en 1980 se estaba por encima.
  1. Programa de adecuación de tierras con reservorios de agua. Estos reservorios con inversiones inferiores a un distrito de riego tradicional permiten potenciar el uso del agua, al facilitar su rebombeo y reciclaje, mejorar los niveles de productividad en campo y romper la estacionalidad de la cosecha en la región oriental evitando la presión sobre la tierra en otras regiones del país, durante algunas épocas del año.
  1. Mejoramiento de las condiciones financieras para la producción, almacenamiento y trilla de arroz, incluyendo un componente para modernización y renovación de equipos y maquinaria.

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  1. Cumplimiento de los compromisos asumidos por el país en materia de acuerdos internacionales, fijando reglas que garanticen la protección a la producción nacional de arroz y eviten el desorden en la comercialización del producto importado.
  1. Acciones concretas de los componentes de la cadena productiva para alcanzar en el mediano plazo la meta de exportar arroz y enfrentar la competencia creciente de un mercado global.
  1. Apoyo financiero a la investigación en arroz a través de organismos especializados como el Ciat y Flar que incluya la divulgación de mejores prácticas empresariales en el cultivo y la democratización del uso del material genético disponible en el Flar para estimular la calidad agronómica y culinaria de las variedades.
  1.  Plan para estimular la utilización de semillas certificadas por parte de los agricultores como componente fundamental en el mejoramiento de la productividad.
  1. Institucionalización del Consejo Nacional de Arroz como instrumento asesor del gobierno en la política sectorial con una agenda de trabajo clara para solucionar las brechas estructurales del sector.
  1. Campaña para estimular el consumo nacional de arroz que no solo permita un mejor manejo de la oferta e inventarios, sino que dada la relevancia en la canasta familiar básica sería determinante en la disminución de la pobreza en el país. Este programa debe ser apoyado por el gobierno, productores, comercializadores e industria.

La oferta de frutos que se abre vía en el país

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El pasado primero de febrero se llevó a cabo la final del fútbol americano en Estados Unidos. Un evento que sólo por publicidad genera ingresos por, al menos, 380 millones de dólares. Colombia fue protagonista gracias al envío de 100 toneladas aguacate que serían utilizados sólo en ese evento.

Al igual que este fruto, en fila de espera hay una lista de frutos que buscan abrirse paso y llegar a mercados cada vez más interesados por consumir gulupas, uchuvas, granadillas, maracuya, piña, entre otras. La idea es que, como el aguacate hass ya abrió camino, el país tenga la oportunidad de mostrar un nuevo portafolio.

Sobre el tema, José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, aseguró que Colombia tiene un potencial exportable fuerte en varios frutos: “La lima o el limón Tahití, que desde el 2016 registra aumentos importantes en sus exportaciones. En el 2018 registró una producción de más de 86.300 toneladas anuales”.

Restrepo también destaca lo que está pasando con pasifloras como la uchuva, alimento que tiene una producción de 15.800 toneladas al año, o el mango (para procesar) proveniente desde la Costa Atlántica y el cual llega a una producción de 315.600 toneladas.

Sin embargo, una de las apuestas está en encontrarle mercado a un producto como la piña, fruto que llegó a tener una producción cercana a las 900 mil toneladas durante el año pasado.

Para Ana Gabriela Mejía, gerente general de Caribbean Exoctics, una compañía paisa que exporta frutos, sí hay una gama interesante de artículos que empiezan a pelear por mercados más atractivos. Sin embargo, resalta una serie de retos a tener en cuenta para que ese nuevo portafolio encuentre vías de salida.

“La gulupa se mueve refrigerada, sin problema, vía marítima; pero en granadilla hay muchas dificultades es muy susceptible a que se queme, es un producto que se está exportando vía aérea. Eso limita mucho las ventas externas, más si se tiene en cuenta que es un alimento que, por ahora, sólo tiene mercado en Europa, no en Estados Unidos”.

Para Mejía, los costos de envío se concentran como uno de los problemas más importantes a superar. “El envío por mar a Europa de un kilo de fruto cuesta 90 centavos de dólar, mientras que mediante transporte aéreo el precio ronda los 2 ó 3 dólares, por kilo” (ver Paréntesis).

De ahí entonces la necesidad de contar con más mercado. Así también lo ve el ministerio de Comercio: “Entre los principales retos que afrontan estos productos está la superación de barreras de acceso de tipo fitosanitario, en especial al mercado de Estados Unidos, como en el caso de mango y pasifloras (gulupa, maracuyá, granadilla)”.

Finalmente, otra de las estrategias estará en el correcto aprovechamiento de los acuerdos comerciales que el país tiene vigentes. “Para sacarle ventaja a los 16 tratados de libre comercio suscritos por Colombia, en esfuerzo conjunto con el Ministerio de Comercio y la Cancillería, estamos definiendo una estrategia de diplomacia sanitaria que nos permitirá diversificar la oferta de productos y desconcentrar los mercados para las exportaciones del sector agropecuario”, afirmó Andrés Valencia, ministro de Agricultura.

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