CAMPESINOS DEL ALTO SINÚ SON PROVEEDORES DE PAPAYA

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CAMPESINOS DEL ALTO SINÚ SON PROVEEDORES DE PAPAYA PARA EL MERCADO EXTERNOcampesinos del alto Sinú.

El mal estado de las vías y los puentes dificulta las exportaciones. Es necesario invertir en infraestructura.

Sin embargo, Jhon Aldana, su presidente, sostiene que a largo plazo quieren exportar directamente, teniendo el control de toda la cadena. 

Appalsi lleva 10 años reuniendo a pequeños y medianos  productores de papaya. Desde el 2006, con apoyo del ICA, la asociación inició el monitoreo de moscas de la fruta, para ser acreditados en 2011 como área de baja prevalencia de esta plaga, y obtener el registro de predios cultivadores de papaya para exportación.

Estos productores empezaron su proceso exportador con la empresa Olmué Colombia S.A.S, en 2012, que vende el producto congelado en cubitos en Estados Unidos.  A ellos les vendieron 350 toneladas a $450 el kilo; fue un negocio de aproximadamente $125 millones. En una nueva alianza productiva deben entregar, en enero de 2015, 530 toneladas.

En 2013 iniciaron negocios con la empresa Frandy Group, que lleva la papaya fresca a Canadá. En un principio vendieron 45 toneladas, y para noviembre está proyectado el envío del primer conteiner de 10 con 15 toneladas de fruta en 1.080 cajas.

“Estamos haciendo inversiones para llegar al mercado europeo y a Estados Unidos”, comenta Juan Simón Gómez, director administrativo de Frandy Group.

Otras empresas, como Magna Fruit, exportará a Holanda a mediados o finales de noviembre 7.500 kilos de papaya fresca, en empaques de 7 kilos y medio, por caja; y Ocati S.A. está haciendo pruebas de 120 kilos para llevar la fruta  a  Europa a través del puerto de Holanda.  La Asociación, junto con Frandy Group, está enfocada en la adecuación del primer packing house, con maquinaria y cuartos fríos, dedicado exclusivamente  a la exportación de papaya en Colombia.  El programa de consolidación territorial Colombia Responde, está apoyando su construcción  en Valencia (Córdoba) con inversión que irá acompañada de un proyecto de siembra de 100 a 150 hectáreas anuales, para responder a la demanda. Appalsi cuenta con 86 productores encargados del proceso de cultivo de la papaya. Existen 53 hectáreas de cultivo para pequeños productores y 150 para medianos.

Luego de  la cosecha, que tarda 8 meses, se le realiza a la fruta lavado, desinfección, secado  y empaque en malla y cajas, que las empresas exportadoras suministran. Dependiendo de la calidad de la fruta y el precio del dólar, el kilo puede costar entre $800 y $1.500.

Las alianzas productivas, que cuentan con el apoyo de entes del Gobierno, y sectores privados,  benefician a 102 familias.

Cultivo de papaya en Córdoba
La Costa Atlántica tiene un gran potencial en cultivo de papaya por el clima y el suelo; la fruta suele ser jugosa y consistente. Además, la cercanía a los puertos ayuda al proceso logístico de exportación.

Tips para exportar frutas colombianas
1. los productores deben tener claro que cuando van a exportar no pueden vender de la misma forma que venden en el mercado interno. El mercado internacional es exigente y paga bien.

2. No hay que temerle a las certificaciones, ni a los registros del ICA. en Colombia una de las principales dificultades para exportar es que no hay predios registrados para la exportación.

3. Es muy importante la asociatividad. un agricultor solo no puede atender un mercado internacional. si varios agricultores se apoyan es más fácil el manejo de la cosecha.

4. En logística es muy importante conservar la cadena de frío, desde el empaque,  hasta el destino, ya que son productos perecederos que van al exterior. no manejar esto perjudica la calidad.

5. Se debe enfocar el cultivo hacia unas buenas prácticas agrícolas. es necesario contar con certificaciones especiales y un centro de acopio certificado para el manejo de la fruta.

6. Para conseguir clientes en el exterior es muy importante la participación en ferias y agendas comerciales. El mundo quiere frutas de Colombia por su reconocimiento y calidad.

Earth Map

Google presenta una nueva herramienta de macrodatos para todos

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Tomado de:

Logo FAO
ORG de las naciones unidas

 

Earth Map refuerza la plataforma geoespacial Mano de la Mano de la FAO y permite que todas las personas con acceso básico a Internet puedan utilizar información crítica sobre agricultura, medio ambiente y clima.

16 de septiembre de 2020, Roma – Gracias a la nueva herramienta desarrollada por Google y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), todas las personas podrán acceder, en todo momento y desde cualquier lugar, a mapas multidimensionales y estadísticas sobre las principales tendencias ambientales y climáticas.
Earth Map es una herramienta innovadora y gratuita basada en Internet que, con tan solo unos pocos clics, ofrece conocimientos analíticos objetivos, eficaces, rápidos y asequibles, procedentes de satélites y del amplio acervo de la FAO de datos de interés para la agricultura. Además, se ha diseñado como refuerzo e integración sinérgica de la plataforma geoespacial unificada de la Iniciativa Mano de la Mano de la FAO, una herramienta más completa que permite a los Miembros, sus asociados y los donantes buscar y ejecutar iniciativas de desarrollo rural muy focalizadas con diferentes objetivos, desde la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos hasta la resiliencia socioeconómica.
Earth Map es la continuación de la exitosa plataforma Collect Earth, desarrollada en colaboración con Google como parte del conjunto de instrumentos OpenForis de la FAO, que ya ha demostrado su utilidad en las evaluaciones forestales, las evaluaciones de la cubierta vegetal y la formulación y ejecución de proyectos.
“Estoy convencido de que conseguiremos transformar nuestros sistemas alimentarios para dar de comer al mundo gracias a la agricultura digital”, afirmó QU Dongyu, Director General de la FAO. “Tenemos que hacer que las tecnologías digitales sean accesibles para todos.”
Earth Map facilita conjuntos de datos geoespaciales e imágenes desde un satélite en tiempo cuasi-real y multitemporales en los que se basa Google Earth Engine y los completa con más funcionalidades analíticas a escala planetaria, a fin de permitir la detección, la cuantificación y el seguimiento de los cambios y las tendencias en la superficie terrestre. Para utilizar estas funciones, los usuarios no necesitan dominar sofisticadas técnicas de codificación, lo que mitiga los cuellos de botella relacionados con las capacidades técnicas de los países en desarrollo y, en última instancia, simplifica la contribución y el acceso de los pequeños productores al conocimiento crítico como sustento de sus medios de vida.
“En un momento de grandes desafíos ambientales y sociales, trabajamos para que, con los productos de Google, todos los países disfruten de acceso igualitario a las últimas tecnologías de apoyo a la acción climática mundial y el desarrollo sostenible”, afirmó Rebeca Moore, directora de Google Earth. “La FAO sabe qué información se necesita, nosotros estamos especializados en accesibilidad de la información, y juntos estamos comprometidos con estimular la resiliencia de las personas y las comunidades de todo el mundo.”
La asociación Google y la FAO iniciaron su asociación en 2015 con la firma de un acuerdo en paralelo al Acuerdo de París. Al principio, la labor se centró en las técnicas de cartografía de la cubierta forestal y la superficie cultivada, y actualmente se está ampliando con rapidez a la conservación de la biodiversidad, el control de plagas y la gestión de los recursos hídricos, entre otros ámbitos.
“Los productos de Earth Map están adaptados a las necesidades de los usuarios y se pueden utilizar como ‘paneles de control’ y como mapas”, señala la Sra. Moore. Más de 50 países se han beneficiado de las herramientas de la FAO y Google, y la Organización ya hace uso de esta tecnología para preparar y supervisar diferentes proyectos, como por ejemplo en Armenia, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Myanmar, el Pakistán, Filipinas y Uzbekistán, y para ayudar a los Miembros a solicitar subvenciones de diferentes entidades, como el Fondo Verde para el Clima y el Banco Mundial.

Apoyándose en la financiación de la Iniciativa Internacional para el Clima del Ministerio Federal para Medio Ambiente, Seguridad Nuclear y Preservación de la Naturaleza de Alemania, Earth Map ofrece una gran variedad de datos, desde temperatura a precipitaciones, población, vegetación, evapotranspiración, elevación y suelo.
Gracias a las capacidades en tiempo real y a la actualización constante de la herramienta, estos datos resultan especialmente útiles para los colaboradores de Mano de la Mano, una iniciativa de la FAO basada en pruebas y dirigida y controlada por los países cuyo objetivo es acelerar la transformación agrícola y el desarrollo rural sostenible.
La nueva herramienta también pone de relieve la manera en que la FAO está convirtiendo su función de propietario de los datos en una función de distribución de la custodia a fin de maximizar su uso provechoso. “Por este motivo los macrodatos son macro, y por este motivo también las alianzas cobrarán cada vez mayor protagonismo en el camino hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, afirmó Maximo Torero, Economista Jefe de la FAO.
Utilización de Earth Map Recientemente se puso de relieve el potencial de la herramienta cuando, con unos pocos clics, los jefes de programa que participaban en la presentación de un proyecto del Fondo Verde para el Clima en Kirguistán pudieron ver, por distritos, las grandes variaciones de los patrones de precipitación respecto de las mediciones promedio más amplia, lo que permitió perfeccionar el diseño del proyecto.

“En este caso, lo innovador es que Earth Map acerca el poder inigualable de Google Earth Engine a la punta de los dedos de cualquier persona en solo unos segundos, de manera que cualquiera que tenga acceso básico a Internet podrá analizar macrodatos, aunque no tenga experiencia en codificación o teledetección”, afirma Danilo Mollicone, Oficial técnico principal del equipo de la FAO que trabaja en las nuevas herramientas y en Collect Earth.
La FAO ofrecerá capacitación y asistencia a los usuarios y, aunque el enfoque amplio se centra en la facilidad de uso (por ejemplo, mediante menús desplegables y gráficas acumuladas) y en reducir la brecha digital, la Organización también puede ayudar a elaborar evaluaciones de Earth Map más especializadas y personalizadas cuando sea necesario.

Earth Map

 

 

 

 

 

 

Colombia busca exportar más productos agroindustriales a China

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Gobierno busca que productos como el aguacate, la carne bovina y porcina, o bienes fabricados en cuero lleguen a los supermercados del país asiático.

Aguacate hass
“Queremos aumentar los flujos comerciales y especialmente darle visibilidad a los productos agrícolas”, dijo una funcionaria del Gobierno.

CORTESÍA INSTITUTO COLOMBIANO AGROPECUARIO (ICA).

Hacer que las empresas agroalimentarias colombianas tengan mayor presencia en el mercado chino es el principal objetivo de la participación de Colombia en la Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE), que se lleva a cabo en Shanghái.

“Queremos aumentar los flujos comerciales y especialmente darle visibilidad a los productos agrícolas porque es ahí donde vemos el mayor potencial, por un mercado chino creciente, una población a la que hay que alimentar y con cada vez más poder adquisitivo”, contó la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso.

Colombia participa por primera vez en esta feria que es la gran apuesta del presidente Xi Jinping para abrir China al mundo y fomentar que aumenten las importaciones del gigante asiático. “Estamos decididos con el Gobierno a apostar por el mercado chino. Es el primer año que participamos pero ya teníamos un compromiso con el presidente chino de hacerlo”, apuntó la viceministra, quien recordó que en los dos pabellones que tiene Colombia hay una veintena de empresas, 13 de ellas del sector agroindustrial y 7 de servicios.

Mientras que hace una década Colombia destinaba a China apenas el 1,1% de sus exportaciones, en el pasado año la cifra alcanzó el 9,7% de lo exportado. En total se exportaron a China 4.056 millones de dólares, el 83,4 % más que un año antes. La gran mayoría de lo exportado (y también el principal motivo de la fuerte subida) fue el petróleo crudo, que supuso 3.406 millones de dólares.

“China hace diez años no aparecía como uno de los mercados más importantes de las exportaciones colombianas y hoy se consolida como el segundo mercado de exportación para Colombia”, apuntó Valdivieso, quien recordó que China fue uno de los primeros países que visitó el presidente Iván Duque tras ser elegido.

En aquel viaje Duque dejó claro que uno de los grandes objetivos económicos de Colombia en China es que las exportaciones no minero-energéticas sean cada vez mayores y que cada vez más productos colombianos llenen los supermercados, productos como el aguacate, la carne bovina y porcina, o bienes fabricados en cuero.

La feria CIIE arrancó el pasado martes y concluye hoy, tras seis días en los que unas 3.000 empresas de 150 países han presentado sus productos para intentar llegar al competitivo mercado chino.

Evolución del sector agropecuario

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Evolución del sector agropecuario

Colombia, al igual que la mayoría de los países de América Latina, ha fundamentado su crecimiento económico en su vocación y potencial agrícola. Desde finales del siglo XIX, el país se volcó al cultivo del café. De hecho, en 1927 los cafeteros colombianos se unieron con el fin de crear una organización que los representara nacional e internacionalmente, y que velara por su bienestar y el mejoramiento de su calidad de vida.

Así nació la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), considerada hoy como una de las ONG rurales más grandes del mundo. Desde ese año ha sido el principal gremio de Colombia, con presencia en todas las zonas rurales donde se produce café en el país.

Ya en el siglo XX, el banano y las flores se constituyeron en otros de los sectores estrella del sector agrícola, posicionando al país entre los mejores del mundo con su producción de alta calidad.

A comienzos de los 80, se presentó una crisis sectorial de causas variadas: la crisis industrial de finales de los 70; la violencia rural; la liberación de importaciones; la baja inversión estatal agropecuaria; la revaluación del peso; los excedentes mundiales agrícolas; el incremento de precios de insumos y maquinaria.

Por otra parte, la agricultura campesina se vio afectada por los mismos problemas, pero además por la ausencia de asistencia técnica y el difícil acceso a los recursos de crédito.

Sin embargo, a finales de la década de los 80, como consecuencia de decisiones macroeconómicas y altos precios agrícolas internacionales, se le dio un empuje a la política agropecuaria a través de programas que dispusieron de crédito, tecnología, mecanización, asistencia técnica y comercialización.

Con la apertura comercial del país desde la década de los 90 y el inicio de las negociaciones del TLC con los Estados Unidos en la primera década del siglo XXI, se hicieron evidentes las debilidades y vulnerabilidad del sector agropecuario, que desde su entrada en vigencia ha tenido algunos años para ponerse a tono y volverse más competitivo.

La modernidad, el avance de las tecnologías y la aparición del sector de servicios, irrumpieron con fuerza y han desplazado el protagonismo que tiene el agro como motor de la economía, sin embargo, ante un escenario en donde se finalizó el conflicto con algunos grupos al margen de la ley, renace un nuevo entorno favorable a la inversión, el empleo y el mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales.

En 1965, la contribución del sector agrícola al PIB era del 68%, para pasar luego al 24% una década más tarde, en 1975. Para 1990, año en que se dio inicio al gran proyecto de la apertura de la economía, la contribución agrícola descendió al 18% y para 2017 ese porcentaje se redujo tan solo al 6%.

La economía agrícola

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el segundo trimestre de 2018 la economía colombiana creció un 2,8%. En el caso del sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca el PIB se incrementó 5,9%, ocupando el segundo lugar después del renglón de actividades profesionales, científicas y técnicas, que creció 6,6%.

No obstante, el sector Agropecuario, Silvícola y Pesquero tiene un peso medio en la economía nacional, pues ocupó el séptimo lugar entre 12 sectores, en la participación del PIB total de la economía, con un 6,9%, en el PIB del segundo trimestre de 2018.

El primer lugar lo ocupa Comercio al por mayor y al por menor con un 18,3%. Le siguen Administración pública y defensa con un 16,2%; Industrias manufactureras con un 13,3%; Actividades inmobiliarias con un 10%; Actividades profesionales, científicas y técnicas con un 8,1%; Construcción con un 6,9% y Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, también con un 6,9%.

El crecimiento del 5,9% del PIB del sector en el segundo trimestre de 2018, estuvo 0,1 puntos porcentuales por debajo del mismo trimestre de 2017, cuando la variación fue de 6,0%.  Desde 2006 el PIB agropecuario en el segundo trimestre ha crecido, exceptuando 2009 (-2,6%). En los años 2013 (9,7%), 2017 (6,0%) y 2018 (5,9%) ha sido jalonador del PIB nacional.

El café sigue siendo uno de los principales jalonadores de la economía agrícola y durante el segundo trimestre de 2018 la producción cafetera nacional presentó un comportamiento positivo, al alcanzar 2,9 millones de sacos, lo que significa un crecimiento de 5,2% frente a la producción del mismo periodo de 2017 (2.7 millones de sacos). Sin embargo, las condiciones de precios internacionales no apalancan este crecimiento y han evidenciado la sensibilidad de estos productos si se siguen manejando como commodities.

En esta oportunidad, se ve un buen resultado de la avicultura y la porcicultura, y últimamente la piscicultura. La ganadería (5,8%), la pesca y acuicultura (15,9%), la silvicultura y extracción de madera (1,1%), reportaron cifras positivas, en algunos casos por encima del crecimiento de la economía nacional, que fue de 2,8%, entre abril y junio de este año.

Uno de los principales retos del nuevo Gobierno es generar una política agropecuaria que le permita al campo colombiano aumentar la productividad del campo, pues hay zonas rurales con enormes deficiencias en materia de bienes públicos como vías rurales y centros de acopio, por lo que hay que trabajar en la provisión de esos bienes, lo cual se traducirá en una mayor rentabilidad para los agricultores.

Indicadores sociales

Empleo

El último informe de mercado laboral reporta que la población ocupada en los centros poblados y rural disperso en el trimestre abril – junio 2018, fue de 5 millones de personas. La rama de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca concentró el 60,4% de la población ocupada, (es decir, alrededor de 3 millones de habitantes del campo), seguida de la rama comercio, hoteles y restaurantes con un 12,4%.

De acuerdo con el DANE, en ese periodo, la tasa de desempleo en los centros poblados y rural disperso fue del 4,8%, la tasa global de participación del 60,4% y la tasa de ocupación del 57,5%.

La tasa de desempleo de este trimestre es la segunda más baja para los trimestres abril-junio desde que hay cifras comparables (2001). En el trimestre abril-junio de 2017, la tasa de desempleo fue del 4,4%, la de participación del 61,1% y la de ocupación del 58,4%.

Los trabajadores por cuenta propia representan el 54%; el obrero, empleado particular, el 18,5%, y el jornalero o peón, el 11,3%; entre otros. A lo largo de los ocho años del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos se presentó una tasa de desempleo en el campo promedio del 5,14%.

Pobreza

Según la información divulgada por el DANE, en 2017 los niveles de pobreza en Colombia se redujeron con respecto a los registrados en 2016. Ello ocurre tanto para la pobreza monetaria y la extrema como para la multidimensional.

Para el total nacional, la pobreza monetaria se redujo del 28% en 2016 al 26,9% el año pasado. Por su parte, la pobreza extrema cayó del 8,5% al 7,4%.

De acuerdo con el economista agrícola Juan José Perfetti del Corral, mientras que en 2017 los niveles de la pobreza monetaria, la extrema y la multidimensional en las urbes eran del 24,2%, 5,0% y 11,4%, respectivamente, en las zonas rurales dichos indicadores eran, en su orden, del 36%, 15,4% y 36,6%. A pesar de la caída, las brechas entre la ciudad y el campo siguen siendo amplias.

Cuando se consideran los niveles de pobreza monetaria y extrema en las zonas rurales en los años 2002 y 2017, se constata que, desde principios de la década anterior, la pobreza rural ha venido disminuyendo progresivamente. En particular, dichos niveles pasaron del 61,7% y 33,1%, en 2002, al 36,0% y 15,4%, en 2017. Sin embargo, la Misión para la Transformación del Campo señala que “la reducción de la pobreza multidimensional en la zona rural no ha sido suficiente para cerrar la brecha entre el campo y la ciudad, que incluso se ha ampliado en el tiempo”.

La Misión concluye, entonces, “que ha sido más fácil reducir la pobreza mediante la expansión de servicios del Estado (por ejemplo, la educación, la salud y los servicios) por el canal de la política social, que con la generación de ingresos autónomos por el canal del crecimiento económico”.

“Es decir, que la mejora en la pobreza rural responde más a una efectiva política social del Estado en las zonas rurales, que a una política agropecuaria y rural capaz de impulsar la producción, el empleo y los ingresos en el campo, por lo que plantea que una lucha eficaz contra la pobreza rural, se requiere que prevalezca un vigoroso crecimiento que, en el caso colombiano, debe traducirse en una agricultura dinámica y sostenible capaz de impulsar no solo la gran producción empresarial, sino especialmente, la pequeña producción agropecuaria que es donde es más aguda la pobreza”, opina el economista Perfetti del Corral.

Exportaciones del agro se diversifican

De otro lado, gracias al estatus sanitario que actualmente tiene el país, los últimos años han sido históricos en la apertura de mercados para los productos agropecuarios a diferentes países. El caso más reciente fue la admisibilidad del aguacate Hass a Estados Unidos. De acuerdo con las metas establecidas por el gobierno nacional para el cuatrienio, 48 nuevos productos agropecuarios deberían tener mercados abiertos y lograr su admisibilidad.

El país tiene abiertos 2.812 productos colombianos que pueden llegar a 83 países. Las frutas exóticas, el aguacate hass y el cacao hacen parte de las nuevas alternativas. Se han venido fortaleciendo las exportaciones no tradicionales y diversificando los productos exportados.

Financiación para el agro

El crecimiento del crédito agropecuario ha tenido una buena dinámica en la última década. Con relación al Crédito de Fomento Agropecuario y su destinación, las Leyes 16 de 1990 y 101 de 1993, establecen que este se otorga para la financiación de capital de trabajo, la inversión nueva o los ensanches requeridos en las actividades indicadas y se debe destinar primordialmente para financiar todas las actividades relacionadas con la Producción, Agroindustria y Servicios de Apoyo en el sector agropecuario y actividades rurales.

Los principales cuellos de botella están en fomentar el acceso por parte de los pequeños productores. “Hoy, de cada $100 que presta la banca, solo $18 van al pequeño productor. En el país, en el 2017, se colocaron $14,7 billones al agro y el 18% fue para el pequeño productor. La meta es cubrir un 60% en los siguientes cuatro años”, explica Indalecio Dangond, analista experto de este tema.

Existen dos herramientas de financiamiento que han sido contundentes en el apoyo al sector rural colombiano: la primera es la Línea Especial de Crédito (LEC), que disminuye la tasa de interés a quienes tengan proyectos agropecuarios a corto plazo.

De otro lado, está el Incentivo a la capitalización rural (ICR), que se le otorga a un productor por las nuevas inversiones dirigidas a la modernización, la competitividad y la sostenibilidad de la producción agropecuaria (infraestructura, sistemas de riego, tractores, etc).

Uno de los órganos decisorios de política es la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario (CNCA), en cabeza del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, que ha venido creando líneas de crédito específicas para los diferentes tipos de productores, considerando además que los tiempos de cada producto son distintos y esto influye en la capacidad de pago de los campesinos.

Lo que se busca es que a cada productor que se acerque a pedir un préstamo, se le ayude con un crédito acorde con la labor agropecuaria que realiza. De este modo, si un cacaotero va al banco, se le ayuda con un financiamiento acorde con el tiempo que toma en desarrollar su cultivo y acorde al ciclo productivo.

De acuerdo con el nuevo ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Andrés Valencia Pinzón, en materia de crédito lo que se busca es fomentar un crédito agropecuario vinculado a los incrementos en productividad. Cabe destacar que en 2017 Bancolombia fue el principal irrigador de recursos Finagro con más de $ 2,8 billones otorgados en 7.609 operaciones de crédito.

El propósito del nuevo Gobierno es vincular a los pequeños productores con grandes productores, a través de proyectos asociativos y generar contrato de compra de cosecha, esquema que en Bancolombia se ha denominado Encadenamiento Productivo con ejemplos tangibles en cultivos como fique, plátano, banano y aguacate.

“Lo que queremos es diseñar una política agropecuaria que mejore iniciativas vinculadas al crédito y allí tenemos que ser muy creativos. El objetivo es brindar facilidades a los campesinos para que puedan sacar sus productos a los mercados internacionales”, expresó el ministro.

Frontera Agrícola Nacional

Por primera vez, Colombia definió su Frontera Agrícola Nacional, hecho que permitirá armonizar el desarrollo rural sostenible con la protección y conservación de los recursos naturales y la biodiversidad. Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Frontera Agrícola es “el límite que separa las áreas para actividades económicas agropecuarias, forestales y de acuicultura y pesca, de aquellas para la conservación o protección de la biodiversidad”.

El Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) presentaron en junio pasado la política, que se constituye en un referente estratégico para el desarrollo rural agropecuario, la seguridad jurídica de las inversiones públicas y privadas y, en especial, para combatir la deforestación.

La Frontera Agrícola Nacional es de 40.075.960 hectáreas, de las cuales solo se cultivan 7,6 millones de hectáreas. De ahí que la FAO ha señalado el potencial de Colombia como despensa de alimentos del mundo. El área agrícola está rodeada por 60 millones de hectáreas de bosques naturales que incluyen áreas protegidas. De esta forma, se protegerán páramos, humedales y áreas de importancia ambiental estratégica para el país. Las áreas de selva y alta montaña tienen como misión prioritaria hacer respetar las fronteras agrícolas de Colombia.

El concepto de frontera agrícola permite que el sector agropecuario cuente con un instrumento idóneo para orientar la formulación de política pública y focalizar su gestión e inversiones, fruto de un proceso planificado en áreas donde técnica y legalmente es permitida la actividad económica y, de paso, reducir los conflictos por el uso ineficiente del suelo rural.

De igual forma, se constituye un marco de referencia para coordinar las acciones entre la institucionalidad del sector agropecuario y ambiental, lograr las metas de reducción de las tasas de deforestación y conservar los ecosistemas estratégicos, de los cuales depende también la competitividad de las actividades productivas, teniendo en cuenta que más de 2 millones de hectáreas de actividades agropecuarias se desarrollan en territorios de conservación o protección ambiental: 68% en zonas de reserva forestal, 17% en páramos y 15% en parques nacionales.

Las 11 propuestas para mejorar la competitividad de los arroceros colombianos

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Mejorar la tecnología, contar con sistemas de información confiables, cumplir con los acuerdos internacionales e integrar los distintos eslabones de la cadena productiva en el país son algunas de las recomendaciones que plantea la Cámara Induarroz de la Andi.

Silverio Gómez Carmona, coincide con el gobierno en que es necesario tener una adecuada articulación entre la agroindustria y el sector primario. Foto: SEMANA

Transformar el campo colombiano para hacerlo más productivo y convertirlo en la nueva palanca de la economía fue una de las ideas que en campaña planteó el presidente Iván Duque. Por eso, ahora que el gobierno ha comenzado a definir sus líneas de acción, algunos sectores de la cadena agroindustrial del país quieren hacer parte de la construcción de la nueva política que impulsará el gobierno de Duque.

Uno de los primeros gremios que busca tener un rol activo en la construcción de las nuevas políticas para impulsar el agro colombiano es la Cámara de Industriales del Arroz, Induarroz de la Andi. Su director ejecutivo, Silverio Gómez Carmona, coincide con el gobierno en que es necesario tener una adecuada articulación entre la agroindustria y el sector primario, aprovechar los mercados internacionales y acelerar la incorporación de nuevas tecnologías para mejorar la competitividad. Y nada mejor que hacerlo a través de las políticas consignadas “en programas y acciones concretos del Plan Nacional de Desarrollo y la política sectorial”, asegura el dirigente gremial.

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Por eso el gremio no ha dudado en señalar que resulta sumamente inconveniente el modelo que se está planteando en la coyuntura actual, de “distorsionar la operación de la cadena, generar expectativas poco realistas para los productores, usar en forma ineficiente los recursos públicos y entregar subsidios en forma inequitativa en favor de grupos con mayor poder de presión”. Para los industriales del arroz, es necesario mejorar la competitividad con la provisión adecuada de bienes públicos y políticas públicas tendientes a optimizar el sistema de información.

En este propósito, Induarroz acaba de presentar 11 propuestas que van en línea con el anhelo del gobierno de mejorar la competitividad de la producción arrocera, y espera que estas iniciativas puedan ser consideradas en el Consejo Nacional de Arroz, el escenario donde se debe definir la política sectorial, con la participación de los distintos integrantes de la cadena productiva. Estas son las propuestas de Induarroz.

  1. Sistema de información único confiable y oportuno para el arroz, que debe hacer parte del Sistema Nacional de Información Agropecuaria, para facilitar la anticipación de acciones, decisiones y políticas y al cual deben acogerse los distintos eslabones de la cadena productiva. Esto resulta relevante en aspecto como los costos de producción que deben tener desagregación por sistemas de producción, zonas y tamaño de la unidad productiva. Esto facilitaría los ajustes que se requieran en una coyuntura específica.
  1. Plan de ordenamiento productivo del cultivo de arroz más allá de la coyuntura que permita la toma consciente de decisiones por parte de los agentes productivos, en las distintas etapas del proceso. Esto es válido especialmente para el componente primario.

 

  1. Plan de desarrollo productivo, innovación y modernización tecnológica que tenga como objetivo la elevación de los niveles de productividad en el arroz, (producción/ha) que hoy están muy por debajo de los indicadores de otros países, como Perú y Uruguay, cuando en 1980 se estaba por encima.
  1. Programa de adecuación de tierras con reservorios de agua. Estos reservorios con inversiones inferiores a un distrito de riego tradicional permiten potenciar el uso del agua, al facilitar su rebombeo y reciclaje, mejorar los niveles de productividad en campo y romper la estacionalidad de la cosecha en la región oriental evitando la presión sobre la tierra en otras regiones del país, durante algunas épocas del año.
  1. Mejoramiento de las condiciones financieras para la producción, almacenamiento y trilla de arroz, incluyendo un componente para modernización y renovación de equipos y maquinaria.

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  1. Cumplimiento de los compromisos asumidos por el país en materia de acuerdos internacionales, fijando reglas que garanticen la protección a la producción nacional de arroz y eviten el desorden en la comercialización del producto importado.
  1. Acciones concretas de los componentes de la cadena productiva para alcanzar en el mediano plazo la meta de exportar arroz y enfrentar la competencia creciente de un mercado global.
  1. Apoyo financiero a la investigación en arroz a través de organismos especializados como el Ciat y Flar que incluya la divulgación de mejores prácticas empresariales en el cultivo y la democratización del uso del material genético disponible en el Flar para estimular la calidad agronómica y culinaria de las variedades.
  1.  Plan para estimular la utilización de semillas certificadas por parte de los agricultores como componente fundamental en el mejoramiento de la productividad.
  1. Institucionalización del Consejo Nacional de Arroz como instrumento asesor del gobierno en la política sectorial con una agenda de trabajo clara para solucionar las brechas estructurales del sector.
  1. Campaña para estimular el consumo nacional de arroz que no solo permita un mejor manejo de la oferta e inventarios, sino que dada la relevancia en la canasta familiar básica sería determinante en la disminución de la pobreza en el país. Este programa debe ser apoyado por el gobierno, productores, comercializadores e industria.

Agricultores: tranquilos con el fenómeno de El Niño

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Los empresarios de sectores como la papa, flores, café y arroz, por ahora no advierten complicaciones en sus procesos de producción como consecuencia del fenómeno de El Niño. Este es el panorama.

Cuando a finales del año pasado se empezó a hablar de la posibilidad de que se presentará un fenómeno de El Niño, las alarmas comenzaron a prenderse para diferentes actividades agrícolas, por los posibles efectos que se pudieran dar como consecuencia del mismo.

La no muy grata experiencia dejada por este fenómeno registrado en 2015-2016 y considerado como el más fuerte en los últimos 60 años, generó expectativa pues las escasez de agua y las altas temperaturas afectaron la gran mayoría de actividades agrícolas, generando un impacto en la oferta de productos y por ende en los precios de los mismos.

En aquel momento, las categorías más impactadas fueron, entre otras, hortalizas, legumbres, cereales, frutas, tubérculos y plátano, al ser, en su mayoría, cultivos de ciclo corto.

Afortunadamente, en esta oportunidad las cosas parecen diferentes. Productos como la papa, el arroz, el café y las flores, no registran hasta el momento mayores afectaciones.

 

Germán Augusto Palacio, presidente de la Federación de Productores de Papa (Fedepapa), indica que los empresarios del sector no evidencian mayores inconvenientes, debido a que muchos de ellos retrasan sus siembras para evitar las heladas que se presentan en los primeros meses del año.

Sin embargo, si la ola de calor se extiende hasta marzo o abril, la situación puede complicarse porque se trata de un cultivo que requiere de altos volúmenes de agua, lo que generará que haya una reducción en la producción.

El año pasado, la producción total de papa en el país fue de aproximadamente 2,8 millones de toneladas, sembradas en 130.000 hectáreas. El presidente del gremio manifiesta que están trabajando para rebajar el número de hectáreas con el fin de incrementar el nivel de productividad; es decir, producir más en menos áreas.

Hace unos 4 años se producían entre 18 y 19 toneladas por hectárea; en este momento el dato es de 22 y el objetivo es este año alcanzar 23, cifra que se ubica por encima de la media mundial.

“El propósito es incrementar la productividad para ser más competitivos con la idea de que se aumente el consumo de papa que en este momento es de 42 kilos per cápita”, dice.

Las ventas del sector están concentradas principalmente en el mercado local, pero a pesar de las dificultades que pueda traer el fenómeno del Niño, Palacio dice que el suministro está garantizado para  todo el año, lo que resulta determinante, pues la papa es el segundo producto más consumido en el país después del arroz.

Inventarios suficientes

Precisamente en el tema de arroz, la oferta también está garantizada para los próximos meses. El presidente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández, dice que esta industria terminó el año con inventarios de más de 750.000 toneladas de arroz paddy; lo que garantiza que el grano estará disponible y no habrá problemas de oferta.

En Colombia el área sembrada de arroz es cercana a las 500.000 hectáreas,las cuales están distribuidas en 210 municipios y la producción suma cerca de 2,8 millones de toneladas, mientras que el valor de la cosecha puede alcanzar los $3 billones. Hernández precisa que en los Llanos Orientales la cosecha normalmente se siembra en marzo, cuando tradicionalmente empieza la temporada de lluvias, pero si no hay suficiente agua en ese momento, la siembra se aplaza unos días, como una forma de hacerle frente a la sequía.

Los caficultores, por su parte, confían en que el fenómeno del Niño no será fuerte y que, por su carácter moderado, sería favorable para los cultivos del grano, lo que ayudará a que se logre el volumen de producción que para este año esperan que se ubique entre 13,5 millones y 14 millones de sacos de café.

Por el lado floricultor tampoco hay preocupaciones. Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), precisa que este es un sector que hace un uso eficiente del agua porque utiliza, en su mayoría, sistemas de riego por goteo, lo que permite llegar a la raíz de la planta. Estos empresarios usan mucha agua subterránea y tienen la buena práctica de almacenar aguas lluvias en reservorios, lo que les permite prepararse para las temporadas de escasez.

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Por ahora, lo claro es que el Niño no está afectando los planes del sector para San Valentín, una de las mejores temporadas del año para el sector pues venden alrededor de unos 520 millones de flores.

No obstante, Solano espera que la temporada de calor no se prolongue tanto; pues luego en mayo viene el Día de la Madre, la segunda fecha más importante del año para los cultivadores de este producto y el objetivo es que los niveles de producción sean los adecuados.

Un aspecto clave que es transversal a los diferentes sectores productivos del agro es que, en su mayoría, avanzan en procesos de tecnificación, en el mejoramiento de las semillas y en prácticas sustentables que son trabajadas por grandes, medianos y pequeños productores, que les permiten responder de una mejor forma a los desafíos climáticos.

Su principal objetivo es minimizar los costos de producción sin incrementar el impacto ambiental. Uno de los temas en los que más trabajan es en la optimización del riego, como una forma de hacer más rentables sus negocios y hacer eficiente el uso del agua.

Así las cosas, por ahora no hay preocupación de los empresarios del campo; aunque no bajan la guardia para enfrentar cualquier eventualidad que en materia climática se les pueda presentar.

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